TRADUCE MI NOVELA ♥

sábado, 30 de marzo de 2013

CAPÍTULO 10

No se espera esa frase, aunque su reacciona  cómo ella creyó que lo haría. Más bien estaba sonriendo. ¿¡Sonriendo!? ¿Con todo lo que se les va a venir encima? Cynthia no se lo cree.
-¿Por qué estás sonriendo? -pregunta ella por fin, curiosa- Creía que te enfadarías por mi descuido -continúa agachando la cabeza-, qué nos dejarías.
-¿Estás  loca? -responde Harry, sentando al lado de su novia y cogiéndole de las manos-. Estaría loco para hacer eso. Además, ese niño o niña nuestro, Dios quiera que sea niña -dice en un susurro-, es fruto del amor. Jamás negaría de él o de ti. Te amo, con todas las consecuencias que traen estas palabras. -besa las manos de Cynthia.- De verdad lo hago.
Ella no puede hacer otra cosa que llorar, llorar y besar a su novio. Se toca otra vez la tripita donde está empezando a crecer ese niño al que ambos están empezando a querer, y mucho.
Se alejan de la cafetería dejando una buena propina, cogidos de la mano encaminados hacia el coche donde un largo y duro encuentro les espera.
¿Querrá casarse conmigo? Se pregunta Cynthia, ¿Afrontaría al Management, a sus locas fans por casarse conmigo y dar una bonita familia a nuestro hijo? Las dudas la carcomen la cabeza. ¿Lo haría?
-Lo haría -dice Harry, respondiendo a las preguntas de Cynthia, que, sin que ella se de cuenta, ha formulado en voz alta-, de verdad que sí.
Ella gira su cabeza para mirarle de frente, alzando un poco su cabeza para ver mejor a su novio que es más alto que ella. Se sonríen dulcemente, haciendo que Cynthia crea fielmente en las palabras de su novio. ¡LO HARÍA! Grita para sí, asegurándose ahora que no lo ha gritado en alto. ¡Se va a casar conmigo sin importarle lo que se avecina!¡POR MÍ! Está más que contenta, exhausta. Le encanta la idea, porque él es el amor de su vida, y de eso está segura. Y aunque el no fue famoso, le amaría igual de mucho porque ella le ama por lo que es él, Harry Styles el humano, no ama solo al Harry Styles famoso mundialmente.

Maggie y Niall están encaminándose hacia el laboratorio donde trabaja el hermano de ella, para averiguar la verdadera sustancia que ha tomado Abie para estar en el estado en el que está.
Cuando llegan se ponen cada uno una bata blanca, una redecilla para el pelo y una mascarilla en la boca, para no contaminar mucho el ambiente del laboratorio, que tiene que estar limpio para que las pruebas tengan el mínimo de errores posibles.
Pasan por un pasillo de color blanco, que tiene puertas a los lados de hierro con carteles que indican para que sirven dichas habitaciones.
El hermano de Maggie, George, les indica por donde deben seguirlo, sin que toquen nada porque es muy peligroso. Entran por una de las puertas en las que su cartel correspondiente pone: 'Diagnóstico de drogas'. La sala es muy grande, pero más ancha que larga. A los lados hay mesas metálicas atornilladas al suelo que es todo de una pieza color crema. En las mesas del lado derecho están los microscopios, los recipientes y sustancias que se están utilizando para las pruebas que se exijan, y hay por lo menos 6 personas trabajando en ello. En las del lado izquierdo hay ordenadores en las que se ponen los resultados; tienen sillas donde también hay unas 3 o 4 personas trabajando. Encima hay unas estanterías llenas de sustancias en envases de cristal transparente, que se necesitan para las pruebas, reacciones o simplemente para experimentar.
Niall se queda boquiabierto observando todo con mucho detalle, ya que nunca había entrado en un lugar parecido. Le duele no poder contarle todo lo que está haciendo y hará por Abie a los chicos, pero le duele más no saber que le pasa realmente a su novia. ¿Cómo los médicos no se han dado cuenta? Se pregunta, ¿alguno de ellos estará metido en este asunto de hacerles daño?
Podría ser...pero... no, es imposible. Se queda pensando, quieto, apoyado en una de las sillas del lado izquierdo con ordenadores. Un chasquido de dedos le saca de sus profundos pensamientos.
-¡Hei! -le grita Maggie chascando y agitando la mano- Estás como ido, ¿te encuentras bien? -Niall asiente- Pues vamos -continúa ella-, tenemos mucho que hacer.
Se encaminan de nuevo hacia el final de la inmensa sala dejando atrás el mundo fascinante del laboratorio secundario para adentrarse en el principal.
-¡Wow!-exclama el chico.
-Alucinante, ¿verdad? -dice George.
-Desde luego, Dean.
-¿Dean? -pregunta Niall, curioso.
-Es mi segundo nombre, es más corto que George, por eso me llaman así.
Un momento de silencio se apodera del lugar cuando los tres entran al, ahora sí, gigantesco laboratorio de 'Diagnóstico de drogas'. En vez de dos filas de mesas hay tres, dos a los lados y una central. Esta vez la central está con los ordenadores, pero sin sillas; la del lado derecho está con aparatos indescriptibles, grandes y llenos de líquidos raros que se pueden ver a través de los vasos de cristal dentro de los aparatos; en la fila de mesas de la izquierda hay muchos recipientes, microscopios, personas trabajando, agendas, bolígrafos, bolsas de drogas y demás. Es mucho más grande, con muchísimas más personas trabajando duramente en él.
Al final entran en una pequeña sala/oficina donde se sientan Maggie y Niall delante del escritorio estando enfrente de Dean, que está detrás. Él empieza a contar todo lo que van a tener que hacer: encontrar la sustancia que le han dado a Abie el día en que empezó todo este embrollo, hacer las pruebas para saber de que sustancia se trata, investigar como le ha causado un coma etílico a Abie, averiguar quién es el culpable o los culpables, denunciarles y olvidarse de que ha ocurrido.
-Yo solo me ocuparé de darte el nombre de la sustancia y de como se ha podido ingerir en jeringuillas, porque estoy casi seguro de que fue una fuerte dosis de alcohol -dice Dean respaldándose en su cómoda silla de piel-, y también de que ella se ha metido mucha cantidad. De lo contrario es imposible que la haya sucedido eso. Aunque claro, alguien está detrás de todo esto, eso está claro, estas cosas no se dan casi nunca, una vez cada un millón de vidas, así que como no soy detective ni nada por el estilo, tenéis suerte de que un amigo mío sí lo sea y esté de acuerdo de ayudaros. ¿Vale? -continúa él- Aquí está su número -saca una tarjetita con un nombre y un número y con un dibujo de un sombrero de copa típico de los detectives antiguos, del cajón del escritorio de madera de roble-. Traedme cuanto antes la sustancia, por Dios.
Niall y Maggie agradecen todo lo que Dean está haciendo. Han acordado un número de dinero que costará la prueba, los exámenes para estar seguros de que droga es.
Llegan a las afueras del edificio más deprisa de lo que han entrado dentro, o eso le parece a Niall.

Ilenia y Jennifer van andando entre la espesa niebla típica de Londres hacia el hospital donde está 'alojada' Abie. Las dos van en chándal y zapatillas, porque han salido las dos juntas a hacer deporte. Están hablando sobre sus años de estudiantes cuando una llamada telefónica en el móvil de Ilenia las interrumpe.
-¿Sí? -responde ella- No, estoy fuera, con una amiga. ¿Ahora? No puedo -vuelve a decir después de unos segundos-. ¡Venga ya! Seguro no me necesitáis a mí -a cada frase para unos 20 segundos. Seguramente porque la otra persona estará hablando, se dice Jenn-. Pues no voy a ir.¡Es mi única amiga y no la voy a perder por esta estupidez de la que ya no quiero formar parte! Oh, desde luego que sé que no lo puedo dejar ahora. Pero si pudiera lo haría. ¡Hemos hecho demasiado daño casi sin arreglo! ¿Qué más queréis? ¡Están sufriendo todos mucho! No sabéis cuánto... ¡Que vale! Pero no voy a ir. ¡Adiós!
Cuelga de forma abrupta.
-¿Problemas? -pregunta algo indiscreta Jenni.
-Pf, nada importante -pero Ilenia rompe a llorar.
-¿Nada importante?¿Enserio?
Ilenia no responde, continuando su caminata hacia el hospital. 
Cuando llegan, preguntan en recepción por la habitación de Abie Donovan. La enfermera las indica la tercera habitación a la izquierda en el pasillo central del 4º piso. Se dirigen hacia el lugar, sin encontrar a nadie conocido.
Entran a la habitación y no hay nadie dentro excepto Abie, tendida en la cama blanca, y ella toda pálida.
Las dos se sientan en los sillones de la habitación e Ilenia empieza a llorar otra vez.
-¿Me vas a decir que te pasa? -Y Jennifer se percata de algo, ha aceptado venir a ver a Abie, sin 'saber' quien es- ¿Y quién es ella?
-Pues una antigua compañera de clase, éramos amigas antes. -sorbe de la nariz un par de veces antes de empezar a hablar-. Sabes... -llora más fuerte-, yo soy la culpable...¡La culpable de todo lo que les pasa a mis antiguas amigas! Me encapriché con un chico y una amiga me lo quitó, intencionadamente claro, pero lo hizo. Me enfadé mucho, y me volví loca... y luego descubrí a un grupo de personas que las quieren perjudicar a todas ellas: a Cynthia, a Aly, a Abie que es esta, y a sus novios correspondientes.
-Pe...pero, ¿por qué?
-¡No lo sé! No me lo quieren decir. Pero me necesitan. Al principio acepté, pero ahora... me arrepiento, ¡de verdad que lo hago!
Jenn abraza a su 'amiga', y le dice que todo irá bien, que le cuente todo para desahogarse. Pero antes de que Ilenia empiece a hablar, Jenni finge que responde un mensaje en el móvil, encendiendo en realidad la aplicación de grabadora en el móvil para grabar todo lo que Ilenia le vaya a contar, por si resulta útil, que seguro sí.